Por siempre, Invictus

Depto. de prensa.
16 ago 2020
11 Min. de lectura

@GirardLautaro

El famoso "Trust the Process" o "Crée en el proceso", slogan por excelencia de una histórica franquicia NBA, podría enmarcar a la perfección varias de las historias de la institución del Abasto... pero al final, de lo que sí se tiene certeza en Ituzaingó al 1500, es de proyectos y ascensos.

En Rosario, los equipos de barrio no están exentos del drama del descenso.

Conjuntos llenos de historia y considerados grandes del basquetbol local, han perdido la categoría y tenido que empezar nuevamente desde una división inferior varias veces seguidas para saborear nuevamente el éxito.

Así lo confirmaría aquel plantel de primera división que tras festejar por ultima vez con el concierto final de Los Rolling Stones en el Sub-Campeonato 2014, un 6 de Junio de 2017, volverían a la B local con total hegemonía, dominación y una marca registrada en la cual predominaba la pertenencia benhuriana.

-2015-

Previo a la nueva campaña del ascenso, el "Pelado" Menecier le dejaría las riendas del futuro a un joven Malajovich Farruggia surgido de la cantera del Abasto para encabezar por primera vez una primera división y como era de esperarse, abruptas resultaron las condiciones impuestas en la B local.

Así lo contemplaba Andrés, el nuevo cabecilla técnico:

"El descenso fue muy duro en lo personal y cuando me toca dirigir la categoría ya se veía venir el resultado por la falta de presupuesto. Los que habían subido a la B el año anterior se iban a otros clubes o dejaban de jugar, pero todos los jugadores mayores fueron muy importantes." Flores varias caían, a su vez, sobre uno de los internos que supo brillar desde mucho antes y se transformaría en la ofensiva predilecta de la nueva era "Marco Abratte fue fundamental mas allá de lo deportivo, empujaba."

Con la salida de sus cuatro estelares y el retiro de varios pilares importantes Ben Hur se encontró en plena reconstrucción, por lo que la inclusión de juveniles que se veían frustrados por la evidente falta de minutos u oportunidades en primera división por un plantel tan jerárquico fue asumida inmediatamente por Farruggia y así también lo asimilaron los viejos caudillos, todavía vigentes, referentes del S ubcampeonato 09'.

Aun así, el futuro deportivo tampoco invitaba al mejor de los optimismos.

Nicolás Bucher, el "Pola" Cordera, Guillermo Acuña y "Hueso" Vivaldi se mantendrían firmes desde la anterior campaña.

El pergaminense Pablo Rausch volvía a la institución (tras 5 años) y junto a Alejandro Rébora, quien también continuó tras el ascenso del año anterior, sería nombrado capitán convirtiéndose junto a Pablo en la carta ofensiva principal de aquel plantel plagado de pibes, donde aportarían una cuota de 193 y 200 puntos respectivamente en aquella incursión.

Lucas Ruiz se incorporaría desde Paganini Alumni como otra ficha mayor (en gran medida por insistencia de Nicolás Vivaldi) aportando no solo en experiencia sino también números; 268 unidades terminarían como su récord personal para la campaña "del fogueo" de varios juveniles en la Primera B, contextualizado así por él mismo: "El descenso fue duro, pero esperable. Siendo un equipo tan jóven los chicos como "Pancho, Juan, Edu, Maxi" (Canevari - Fernández - Galván - Arias) estaban haciendo sus primeras armas pero de igual forma, aunque la moneda cayera para el rival, la gran mayoría de los partidos eran cerrados y servía de fogueo en la categoría, más que de experiencia."

Si bien una de las primeras medidas más notorias del DT fue apostar ciegamente por el talento de juveniles, particularmente uno de los tantos eclipsados por un plantel de la calidad que presidia el 2014 ya estaba siendo un destacado a temprana edad los fines de semana, de forma recurrente en la web de BasquetRosario.

No se podía desperdiciar al héroe de la U-15.

Francisco Canevari, o "Pancho" para los amigos fue designado como el base titular desde la perdida de la categoría hasta el regreso a la Primera B. "Andrés me dio una confianza enorme y desde el primer a ultimo partido fui el base titular" explicaba "Pancho" quien antes de consolidarse en Primera División confesaba un sentimiento angustioso que si bien para cualquier jugador (con o sin experiencia) cae mal, es difícil imaginar la cabeza de un pibe pasar por semejante responsabilidad: "Después del descenso tuve una espina clavada en la garganta que me costaba muchísimo digerir. Muchas veces me cuestione no haber estado a la altura siendo el titular de las primeras apariciones en la categoría."

Para un joven base (de hasta ese momento con 18 años) como Canevari, todo servía para mejorar y reconocía a uno de los tantos maestros que lo ayudarían a superar los obstáculos, convirtiéndose en un referente para su posición y formación: "Si bien todos los mayores fueron parte de mi crecimiento como jugador, a Nico (Bucher) le tengo un aprecio enorme. Cuando yo era U-15, él era el base titular de primera y siempre nos tocaba defendernos mutuamente, fue algo muy lindo. Tuve la suerte de compartir todas las etapas, siempre positivo conmigo, enseñándome con consejos... fue con quien más aprendí para ser el base que soy hoy."

En primera instancia, Francisco comenzó a practicar fútbol a los 4 años y pese a ser su pasión, el destino quiso que picara la pelota en vez de patearla. Menos mal.

32 partidos jugados, 1 victoria y 31 derrotas fue el saldo que registró aquella olvidable temporada donde la BH festejó solo una vez y abandonó la categoría de forma muy prematura, ya en la segunda rueda de la re-clasificación por la permanencia.

Pero eso sí, el oriundo de San Martín de Carlos Pellegrini, Marco Abratte se reafirmaría como el máximo anotador del plantel, con una media de 15 unidades en 26 partidos, abrochando 366 puntos.

"No conocíamos la categoría, tratamos de poner la mayor garra posible pero lamentablemente como el récord marcó no nos fue muy bien, aunque si me queda el sabor amargo de que los partidos no eran de una diferencia abismal... pasaba muy poco." Comentaba Abratte (ex Alumni de Casilda y Atalaya) ya con la con la perdida de la categoría consumada, donde también reflexionaría sobre los resultados de ese año los cuales nunca fueron favorables, pero no así resultaron en una sentencia. A fin de cuentas, lo que no se pudo concretar en el pasado podía darse próximamente: "Realmente empezaríamos a formar una idea en el semestre siguiente. Había con qué y tarde o temprano se iba a dar."

Sin pasar desapercibidos, Lucas Palais anotaría 82 unidades y Emiliano Siouffi (canterano del barrio abasto e hijo de Miguel), pese a su juventud, resultó en un obrero eficaz con 159 puntos logrando codearse con los artilleros mayores del equipo. Ambos juveniles dejarían la institución ese mismo año.

-2016-

La jerarquía no se aprende, en realidad tampoco se alquila. Se la tiene o no.

Ya con el regreso consumado a la ultima divisional local el plantel benhuriano se mentalizaba, apuntando alto para la vuelta, esta vez con un nuevo refuerzo e integrantes conocidos de la casa.

Sumada a la re-incorporación del ya vinculado desde 2011, Cristian González, (Recuperado de una rotura de meniscos adoptando rol de mentor) llegaría una cara nueva que a la larga sería un valor determinante y la cual por dichosas casualidades, resultaba compatriota de Abratte y ex-compañero de Gonzalez en La Sexta.

Las figuras que venían desarrollándose lentamente en Ituzaingó de a poco apuntalaron el talento. Pero, quizá sin darse cuenta, cruzaron todos los límite al sumar ese año a un iniciado en Americano de Carlos Pellegrini.

"El acople fue inmediato y el trato de los chicos hacia mí fue espectacular." - Emiliano Colmegna

Tras dar sus primeros pasos en el basquet rosarino vistiendo las camisetas de Banco Santa Fe y Atalaya, el "Pocho" ya se volvería una ficha de profesionalismo entre propios y ajenos con sus primeras participaciones federativas con Santa Paula de Gálvez.

Entre certámenes locales y provinciales defendiendo a El Tala, Alumni, Newell's y Campaña (Carcaraña), el ultimo llamado de alta competencia para el Ala-Pivot sería con Sportivo Las Parejas para disputar el Torneo Federal.

Luego de refrescar credenciales del integrante en cuestión, ya por temas laborales Emiliano se aparta de la alta competitividad y se muda a cuatro cuadras del Rado para, dos años más tarde, comenzar a reintegrarse de forma esporádica al basquet y a los libros históricos de Ben Hur en los dos torneos de la Primera C consiguientes. También al parecer, las expectativas deportivas no fueron las únicas en superarse: "Al único que conocía era Marco (Abratte) por ser de mi pueblo y tal vez a algún otro por enfrentarnos, pero no mucho más. Desde un primer momento se planteó que no podía concurrir a todos los entrenamientos o partidos por mis horarios complicados de trabajo y no importó, desde el principio siempre se me trató como uno mas del grupo... además de que pese a llevarle 10 años a Andrés (Farruggia) siempre hubo muchísimo respeto. Siempre voy a enfatizar en los compañeros, un millón de puntos."

El experimentado interno cerraría su carta de presentación abrochando entre ambos semestres del 2016 329 puntos.

Pese a un comienzo desalentador frente a Sportivo América en casa, los benhurianos se jactaron de que sí podían lograr la reivindicación en aquel doble campeonato y también un viejo conocido de la casa, Nahuel Candreva, volvía esporádicamente durante el Apertura para sumar sentido de pertenencia y dicho sea de paso, dar una mano con 75 tantos.

Empezando con una victoria sobre Edison, el conjunto de Farruggia descubriría la otra cara de la moneda y ya 6 victorias seguidas en la primer parte del Apertura lo confirmarían.

Poco a poco enterrarían viejos fantasmas. <<Récord 17-6 a favor>>.

Pero bastó un paso en falso frente a Talleres de Arroyo Seco para quedar a las puertas del ascenso en semifinales.

Semifinales: 79-76. No bastaron los 18 puntos de Abratte, escoltado por Colmegna y Canevari, ambos con 16 unidades.

La segunda parte del año no seria muy diferente. La idea de juego y el grupo se mantendría, así como las victorias y el objetivo anhelado por todos los participantes de la categoría, pero en la penúltima fecha de la fase regular se daría un famoso pero triste Deja Vu.

Al igual que 8 años atrás, el muro que la BH debía sobrepasar buscando el pase a la Primera B estaba en zona norte.

Fue 82-71 a favor de Sportivo Federal. 26 unidades para Colmegna, por su parte Canevari y Fernández compartían 14 cada uno.

Aunque la decepción y la bronca eran evidentes al quedar otra vez a un paso del objetivo, la regularidad junto a la mentalidad ganadora seguirían firmes y con el final del Clausura, un récord de 16-4 dejaría el saldo anual en 33-11 con evidente positivismo.

Se consolidaba una idea y los refuerzos se amoldaban.

La temporada doble contemplo la explosión de esos talentos eclipsados; Canevari se afianzaría como el titular goleador del año con 436 unidades, Maximiliano Arias lo escoltaría en la general (368) y Juan Pablo Fernández asomaba de a poco (207). Claramente siempre seguidos y acompañados por los mayores: Ruiz (424) Colmegna (329) y Abratte (320)

"En verdad estábamos para más" Perder las dos semifinales dejó un sabor amargo por el nivel que se había demostrado, Juan Pablo Fernández lo sabía y no tendría problema en afirmarlo.

El juvenil acotó sobre una temporada enriquecedora y de gran calibre tanto en lo personal como grupal:

"Haber podido jugar me sirvió tanto desde lo deportivo como en lo emocional. Simplemente el hecho de que ya no me vieran como un juvenil sino como uno más de primera, me generó mucha confianza y me sentí mucho más parte del plantel." Fernández, también miró hacia atrás al año que lo expuso a la mirada de los selectivos rosarinos de U-19 y se sintió afortunado con lo logrado pese a no ascender. "Me citan para la pre-selección U-19 y estar entre los primeros 18 chicos, era un montón... sentía que estaba mejorando." Si bien no iba a quedar en la nomina final, el ser tenido en cuenta ya fue otra meta cumplida y también serviría de ejemplo, empujando a los mas chicos.

-2017-

Un ex Central arribaría. Bernardo Marcó, sería la ultima pieza del rompecabezas que desbarató la forma de jugar de varios equipos con bases sólidos, defensas aguerridas y ejecuciones ofensivas aun más efectivas, la intensidad sería moneda corriente en cada partido.

Asumiendo tanto el rol de candidatos como los mismos desafíos se mostraría la jerarquización del plantel en la totalidad de su estructura, que lo llevaría a catapultarse como protagonista principal, manteniéndose imbatible con el correr de los partidos.

"La pasamos realmente bien más allá de la superioridad basquetbolística, pero en lineas generales siempre tuvimos un gran nivel." comentaba el "Pocho" sobre aquel semestre dorado donde su horario laboral le permitió tener mas participación en una campaña donde la diferencia mínima en varios encuentros no bajaba de las 13 unidades y la máxima rozaría los 80 puntos.

"Ni el mas optimista hubiera pensado que íbamos a ascender invictos" - Andres Malajovich Farruggia.

En su tercer año al frente del equipo, el artífice principal del proceso sería completamente sincero. Se trabajó, se sudó y en algún momento el esfuerzo para cumplir el objetivo a toda costa debía ser recompensado, pero aquella campaña rompería completamente las expectativas.

El ultimo eslabón divisional, tanto histórico como menospreciado, fue dominado de forma pocas veces vista hasta la época y de principio a fin Ben Hur nunca se llegaría a depender de otro factor que no fuera el propio con Abratte, Ruiz y Canevari al frente. "Poder conseguir un ascenso con el detalle del invicto, tener mucha presencia de chicos salidos de inferiores y que sea con mi club fue un sueño hecho realidad. Fue el puntapié para consolidarme como entrenador." Cerraba el comandante.

Volvía a ser goleada y la cancha se teñía de naranja; los redoblantes de los chicos de inferiores retumbarían junto a los amigos y familiares del plantel, tomando el control de los corazones presentes. Faltaba un periodista en cancha que tomara testimonios post-partido, pero los rostros dejaban claro que no había necesidad de palabras respecto al compromiso demostrado. Las emociones de los juveniles y los mayores se unían en abrazos sinceros, con un marco expectacular.

"La superioridad de Ben Hur a lo largo de todo el torneo fue tal que en los 14 partidos que disputó (y ganó) sacó diferencias impactantes, y pocas veces vistas, con todos los rivales. En ese orden, anotó 1.303 puntos (93 por juego), le convirtieron apenas 668 (47,71), obteniendo una diferencia promedio de 45,35 unidades por encuentro."

Así resumiría El Ciudadano lo técnico del desenlace final sumado a un gráfico casero para despejar dudas (si aun quedaban) y dicho a lo criollo, no había mas vuelta que darle, lo demás fue fiesta.

El tanteador final, 112 a 64 contra Garibaldi, marcaría 48 unidades de diferencia las cuales nunca fueron sorpresa.

Tras largas décadas de sequía (en lo que a ser el número 1 refería) en el ámbito masculino, la BH volvía a gritar campeón en un certamen oficial de la rosarina y en aquel triunfo histórico, ascendente en todos los aspectos, el venadense Alejandro Rébora y el rosarino Nicolas Vivaldi, dejarían una marca imborrable desde sus comienzos en la institución del Abasto.

"Por un lado fue una alegría inmensa y un premio al esfuerzo de saber que lo que se hizo en el 2015 valió la pena, donde fuimos prácticamente a dar la cara sabiendo el resultado en pos de darle a los chicos sus primeras armas en primera, con un equipo desmantelado se decidió darle prioridad a los juveniles del club." Contaba Rébora, quien arribaría al club en 2008.

Con el cierre de la temporada Nicolas y Alejandro compartirían el récord máximo de posesión de logros en la institución.

Rébora demostró ser el jugador más determinante de la década desde el goleo, pieza de peso fundamental en los ascensos del 2009, 2014 y el campeonato del 2017.

"Hueso", por su parte más desapercibido, carta fuerte de reparto diría presente en gran parte del trayecto ganador, encontrándose en Ben Hur desde hacía unos años antes que el venadense.